Si te chupas la botella en media hora, estás ansioso durante la inmersión mirando el manómetro y has probado ejercicios como el yoga y no has conseguido mejorar el consumo, echa un vistazo a estos consejos prácticos que te ayudarán a comprender mejor cómo reducir tu consumo de aire y prolongar un poco el tiempo de inmersión.
No hay nada más frustrante para un buceador que tener que finalizar la inmersión antes de tiempo por falta de aire en nuestra botella. En este tipo de situaciones, el compañero nos acompaña a superficie mientras el resto del grupo finaliza la inmersión, siempre y cuando no se pueda compartir aire entre compañeros.
Esto es algo que nos ha pasado a todos, por lo que no es algo preocupante. Seguro que ya te lo han dicho pero la mejor forma de conseguir un mejor consumo de aire es buceando.
¿Por qué? Porque poco a poco irás aprendiendo pequeños detalles que ayudan a conservar y gestionar el aire de forma más eficiente.
Manejando el consumo de aire en superficie
Lastre adecuado
Si vas a bucear en un punto de inmersión nuevo, usando un nuevo equipo o simplemente vuelves a bucear después de muchos meses, vale la pena verificar rápidamente la flotabilidad antes de sumergirnos. Si has estado sin bucear durante más de un año, es posible que no recuerdes bien el lastre que necesitas o hayas perdido habilidades que afectan a la flotabilidad.
Antes de sumergirte, debes comprobar el lastre en superficie para ver si llevamos el peso adecuado. Para ello, debemos fijarnos en nuestro divelog y comprobar el traje de neopreno, el lastre que llevábamos, si fuimos cómodos en esa inmersión, etc.
Si por el contrario llevamos un lastre menor del que necesitamos, será más difícil que nos podamos sumergir con fluidez y, a la mínima, es probable que ascendamos como un globo. Estas situaciones son peligrosas y, además, provocan una inquietud en el buceador que afectan directamente al consumo de aire.
Equipo de buceo propio
Por ello, en la mayoría de los casos es mejor comprar tu propio equipo de buceo. Si tienes el tuyo propio, es más fácil familiarizarte con él y calcular mejor el lastre que necesitamos para sumergirnos y sentirnos cómodos bajo el agua. Esto nos da una sensación de control mucho mayor, reduciendo el consumo de aire.
Mantente en forma
Mantente en forma, come sano y haz ejercicio. Los ejercicios cardiovasculares mejoran significativamente la respiración y el consumo del aire, ya que nuestro corazón bombea la sangre de forma más regular.
Salir a correr, comer alimentos sin grasa o evitar hábitos nocivos como el tabaco son algunos consejos clásicos para estar en forma y mejorar el consumo de aire en nuestras inmersiones.
Hay buceadores que han probado a realizar otras actividades para mejorar la respiración, como el yoga. No obstante, no hay nada más efectivo como sumar inmersiones a tu divelog.
Las mujeres consumen menos aire que los hombres en buceo
Por norma general, las mujeres suelen consumir menos aire que los hombres. El peso es una de variables que más influyen en este hecho, ya que el peso medio de una mujer es menor que el de un hombre y necesitan menos aire para distribuirlo por su cuerpo, aunque no siempre se cumple esta premisa.
Generalmente las mujeres suelen optar por botellas de 12 l. porque no precisan tanto aire, son más ligeras y su consumo es menor.
Los chicos que comienzan a bucear suelen preferir botellas de 15 l. o incluso 18 l. antes de coger experiencia con la gestión del aire mientras bucean.
Gestionar el consumo de aire bajo el agua
Uno de los consejos más habituales para gestionar el consumo de aire bajo el agua es mantener una flotabilidad neutra. Esto significa que, cuando llegues a la profundidad planificada en tu inmersión, la mantengas para evitar cambios y esfuerzos que puedan derivar en un aumento del consumo del aire.
Respira lentamente a un ritmo regular y controlado incluso cuando la vida marina te sorprenda. Recuerda evitar contener la respiración, ya que esto te hará que respires con mayor dificultad y hará que inspires más aire cuando intentes volver a tu respiración normal.
Intenta moverte lentamente durante el buceo, utilizarás más energía y el consumo será mayor si nadas rápidamente.
Minimiza el uso de tus brazos. En lugar de utilizar los brazos para desplazarnos bajo el agua, mantenlos cruzados y usa las piernas para impulsar el cuerpo. Esto hará que tu movimiento sea más fluido y el esfuerzo mucho menor, reduciendo el consumo de aire.
¿Te cuesta moverte con las aletas? Es posible que no tengas las aletas adecuadas, ya que existen aletas que varían según el diseño, la longitud de la hoja, etc. Echa un vistazo a nuestra guía para comprar unas aletas de buceo y asegúrate de que tienes las adecuadas.
Relajación durante la inmersión
Durante las inmersiones tenemos la oportunidad de disfrutar de la vida marina y de estar tranquilos. Una vez que nos hayamos adaptado al equipo de buceo, solo debemos disfrutar de las maravillas que el océano nos brinda.
No hace falta estar alterados ni movernos continuamente de un lado a otro, al contrario. Relájate y muévete lentamente fijándote en los detalles que nos brinda el fondo marino, esto reducirá el consumo de aire y podremos exprimir más nuestra inmersión que yendo como locos buscando vida marina de un lado a otro.
La mejor manera de relajarse bajo el agua es manteniendo una flotabilidad neutra. Mantente con el grupo, detrás de tu guía y cerca de tu compañero de buceo, esto te proporcionará más tranquilidad y te ayudará a relajarte bajo el agua.